cambiar el ritmo de la vida
es necesario para silenciar
y escuchar la voz de mi vida
como Martha me veo
con tanto atrejeo
perdiéndome en el abismo
sin descanso, ni respiro
parar de pronto
mirar al fondo
obtener la calma
que renueva el alama.
Sentir la mirada de Jesús
es llenar el corazón de gratitud
es decir aquí estoy
a pesar de la gran inquietud
8-04-15
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